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La importancia de poner límites

A lo largo de nuestro desarrollo nadie nos enseña a poner límites. Durante nuestra infancia no se reconoce como necesario puesto que vivimos de acuerdo a las reglas que nos impone nuestro ambiente, durante la adolescencia estamos ocupados reconociendo todos los cambios ante los cuales estamos expuestos, y en cuanto a nuestra escolaridad no es como si tuviéramos clases de cómo poner límites en la primaria, en la secundaria, ni en la prepa y tampoco en la universidad hay una materia referente a eso.


Sin embargo, en la adultez la habilidad de poner límites se vuelve crucial para el desarrollo funcional de nuestras relaciones interpersonales. Así pues, es importante mencionar que somos seres sociales y es por es por esto que las relaciones interpersonales que lleguemos a tener a lo largo de nuestra existencia pueden ser determinantes para nuestras habilidades de contacto y para nuestro funcionamiento en la realidad. De este modo los límites se convierten en una habilidad necesaria.


Para continuar, creo que es importante definir que es un límite. Un límite es un lineamiento a través del cual se especifica el alcance permitido para el otro con el objetivo de no transgredir el bienestar personal. Poner limites significa decirle a la otra persona que fluye conmigo y que no. Al establecer un limite estas especificándole a alguien más como si puede tratarte y como no, como puede relacionarse contigo. Claro, hay que mencionar que dos tipos de limites: los límites que le puedo poner a otra persona y los limites que otra persona me puede poner a mi.


Creo que es importante mencionar algunas cuestiones por las que nos es difícil poner limites. Esto tiene que ver con algunas creencias que introyectamos desde nuestra infancia:

Poner limites es irrespetuoso: La frase "No me respondas" o "Así no se contesta" se viene a mi mente al momento de decir que es lo que quiero o lo que no quiero. Por ejemplo: "Mira este tiktok" y mi respuesta es "no gracias" o "no quiero" mi mente me lleva a pensar que estoy faltando el respeto.


Poner limites es egoísta: Al hablar de lo que yo quiero aparece otro introyecto "Debes hacer lo que otras personas te pidan" entonces el no hacer algo que no quiero hacer significa que no me importa lo que quiera la otra persona y me siento egoísta al actuar así.


Poner límites es de malas personas: El introyecto que aparece cuando pongo un límite basándome en lo que yo quiero puede ser algo así: "Debo ayudar a los demás o si no lo hago yo estoy mal", ese introyecto puede hacer que le quite el valor a mi propia experiencia y termine cediendo a las exigencias de otra persona.


Estas creencias nos ayudan a aprender que no se "debe" poner limites. Es por esto que no aprendemos a hacerlo.




Sin embargo, poner limites puede ser una habilidad con muchos beneficios para la experiencia personal. Algunos de estos beneficios pueden ser:

  • Favorecen la comunicación con los demás.

  • Facilitan identificar que esta permitido al relacionarnos con los demás.

  • Ayudan a conocer a la otra persona de forma genuina.

  • Facilitan las relaciones con los demás.

  • Evitan los conflicto o malos entendidos.

Esos son algunos de los beneficios que podemos encontrar al relacionarnos con alguien más, sin embargo, al momento de poner límites también nos beneficiamos a nosotros mismos:

  • Nos ayudan a conocernos a nosotros mismos.

  • Dan autonomía.

  • Nos ayudan a respetarnos a nosotros mismos.

  • Facilitan perder la creencia limitante de la vulnerabilidad.

  • Nos apoyan en el proceso de desprendimiento.

"Tenemos libertad cuando aprendemos a poner límites"

Para poner límites es necesario voltear a vernos a nosotros mismos. Las siguientes habilidades son necesarias para poner límites:

Autoconocimiento. Es importante que sea conciente de mi mismo para poner límites. Primero que nada es reconocer que es lo que te gusta y que es lo que no te gusta, que es lo que puedes hacer y que es lo que no. También es importante reconocer que si es tu responsabilidad y que no lo es. Cuando tengas claro todo esto es cuando podrás reconocer que es necesario poner un límite en el momento alguien trate de imponerte algo que no fluya contigo, que no eres tú. Expresión clara. Cuando reconozcas que alguien intenta ir mas allá de lo que eres tú es importante que lo expreses claramente. Que digas que es lo que no va contigo. Algo para tomar en cuenta es no trasgredir los límites de la otra persona al poner nuestros propios limites, con esto me refiero a no ofender ni ser groseros, podemos ser claros y directos sin necesidad de subir la voz ni ofender a la otra persona. Firmeza. La ultima habilidad para poner un límite es mantenerte firme. Al haber puesto un limite es importante no ceder ante una petición externa para quitar ese límite. Cuando cedemos estamos permitiendo que el entorno aprenda que es posible pasar nuestros límites. Para poder mantenernos en nuestra postura es importante que nos preguntemos ¿Cómo me siento al quitar mi límite? La respuesta nos apoyará a tomar una decisión, ya sea que decidamos quitar ese límite o que lo mantengamos firme.


Es importante reconocer que el hecho de poner un límite no significa que será así para siempre, en todo momento puedes regresar a evaluar tu límite, recuerda que para cualquier cambio o para cualquier reafirmación tomarte a ti como prioridad es necesario. La habilidad de poner límites es algo difícil e implica mucho trabajo personal constante, no dudes en solicitar apoyo psicológico.


Fernando Tinoco

Psicoterapeuta Gestalt

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